3.12.11

Imagínate que existe un banco que cada mañana acredita en tu cuenta la suma de 86.400 euros. Ese extraño banco no arrastra tu saldo día a día: cada noche borra todo el saldo que no has gastado durante la jornada, cualquiera sea la cantidad. ¿Que harías? ¡Retirar hasta el último céntimo, por supuesto! Cada uno de nosotros tiene ese banco, su nombre es tiempo. Cada mañana, este banco te acredita 86.400 segundos. Cada noche este banco borra y da como perdida toda la cantidad de ese crédito que no hayas invertido en un buen propósito. Ese banco no arrastra saldos ni permite sobregiros. Cada día te abre una nueva cuenta, cada noche elimina los saldos del día. Si no usas tus depósitos, la perdida es tuya. No se puede dar marcha atrás ni existen los giros a cuenta del deposito de mañana. Debes vivir el presente con los depósitos de hoy. Invierte de tal manera de conseguir lo mejor en salud, felicidad y éxito. El reloj sigue su marcha. Consigue lo máximo en el día. Para entender el valor de un año, pregúntale a algún estudiante que perdió el año de estudios. Para entender el valor de un mes, pregúntale a una madre que alumbro a un bebe prematuro. Para entender el valor de una semana, pregúntale al editor de un semanario. Para entender el valor de una hora, pregúntales a los amantes que esperan a encontrarse. Para entender el valor de un minuto, pregúntale al viajero que perdió el tren. Para entender el valor de un segundo, pregúntale a una persona que con las justas evito un accidente. Para entender el valor de una milésima de segundo, pregúntale al deportista que ganó una medalla de plata en las olimpiadas. Recuerda que el tiempo no espera por nadie y atesora cada momento que vivas.